“El aislamiento ha sido una experiencia dura, nadie está preparado para ello”

El doctorJuan Manuel Parra, médico adjunto de urgencias del Hospital de Alcorcón, de 41 años, se enfrentó durante 16 horas casi en solitario a la tarea de salvar la vida a Teresa Romero, infectada por ébola. Después, se sometió a un duro aislamien- to para evitar más posibles contagios. Tras recibir el alta médica, el doctor Parra intenta recuperar la normalidad de su vida, tras haber estado en el foco informativo durante varias semanas. No es raro encontrarle disfrutando de su tiempo de ocio por las calles de Aranjuez, acompañado de pareja y amigos, gracias a los cuales se recupera de un tiempo de gran intensidad, tras poner en peligro su vida por ayudar a la auxiliar de enfermería, con la que no ha vuelto a tener contacto.

Lo primero de todo es saber  cómo te encuentras después de todo lo vivido hace unas  semanas

Me encuentro bien, recuperando la rutina diaria, afrontando  el trabajo en urgencias.  Aun se hace un poco duro, pero me imagino que poco a poco estaré de nuevo al 100%

Parece que el Ébola ha dejado de estar en el foco informativo, después de todo ¿crees en España estamos preparados para hacer frente a enfermedades de esas características?

En España hay unos magníficos profesionales en el sistema público de salud para poder afrontar estas situaciones, siempre que se les escuche y se pongan a su disposición todos los medios oportunos para afrontar una crisis de estas características.

¿Los recortes no están poniendo en riesgo?

Continuando con lo anterior, es esa labor de los profesionales sanitarios lo que está reduciendo el impacto de estos recortes en la salud de los ciudadanos,  pero es cierto que si reducimos recursos, dificultamos las labores  tanto de prevención  como de actuación una vez surgidos  los problemas de salud.

¿Crees que se actuó de manera adecuada en la crisis del Ébola?

En los primeros momentos fue demasiada la incertidumbre y la improvisación, sobre todo por parte de los máximos responsables políticos, cargando el peso de la actuación sobre el personal sanitario.

¿Cómo te ha afectado el tiempo de internamiento y el hecho de que sin desearlo te haya convertido en un personaje público?

El aislamiento ha sido una experiencia dura, nadie está preparado para ello, pero el apoyo del personal de la Carlos III, familiares, pareja y amigos fue un buen motor para ayudar a sobrellevarlo.

La presión mediática no me ha gustado mucho, la he asumido pero no es lo mío y me siento raro apareciendo en los medios.

¿Qué es lo que peor has llevado de todo lo que se ha dicho y publicado de ti?

Las mentiras que se difundieron sobre mi vida personal, mi labor dentro del sindicato médico al que pertenezco y sobre las razones por las que solicité mi ingreso.

Fuiste el primero en atender a la auxiliar Teresa Romero, ¿has tenido contacto con ella tras su recuperación?

No, no he tenido ningún contacto con ella.

¿Qué te parece que haya decidió adoptar medidas legales tras las declaraciones vertidas sobre ella?

Está en su pleno derecho de solicitarlas si se ha visto agraviada por la actuación o actitud de alguno de los responsables políticos

¿Alguna vez has pensado también emprender acciones legales por algunas de las cosas que se han dicho sobre ti?

Si, de hecho mientras me encontraba en aislamiento solicité a un medio de comunicación la rectificación de una noticia falsa e hiriente vertida sobre mi persona.

Como médico, ¿cómo crees que podríamos atajar el problema de la enfermedad del Ébola?

Principalmente y con visión de prevención de la enfermedad, cómo nos enseñan a todos en medicina, actuando en el foco de origen (países africanos afectados).

Paralelamente, invirtiendo en el estudio de la enfermedad y en la formación del personal que puede estar en contacto con ella.

¿Volverías a exponer tu vida para atender a una persona enferma de Ébola?

Por supuesto, soy médico de urgencias y es mi labor atender a todos los pacientes.

¿Cómo se puede volver a la normalidad después de todo lo vivido?

La paciencia, los amigos y la familia son el mejor remedio para volver a alcanzar la normalidad.