La pasada semana se celebró una nueva edición de la Feria Internacional de Turismo (FITUR) en la que Aranjuez estuvo presente integrada dentro del stand de la Comunidad de Madrid, que deja el espacio durante durante la feria para que los municipios que no disponen de stand propio puedan promocionar y presentar su oferta turística. Hace unos años que el Real Sitio no dispone de espacio propio en la feria -la economía no lo permite- así que aprovecha el espacio que ofrece la región para integrarse. Este año, el stand de la Comunidad ha sido muy conceptual, algo que no todo el mundo ha entendido pero que podría enmarcarse en una metáfora que podría nacer de las palabras que el actor Danny DeVito pronunció la primera vez que visitó la capital que, como no podía ser de otra manera, estaba en obras. “Madrid es muy bonita pero lo será aún más cuando encuentren el tesoro” afirmó el actor de manera muy sutil. Pues Aranjuez es una parte importante de este botín del que dispone la región madrileña, y con mucho peso a pesar del poco reconocimiento que históricamente nos han prestado desde el Ejecutivo regional. Afirma Aranjuez Ahora que la ciudad debería disponer de un stand propio para no “pasar de puntillas” como en esta edición pero, como viene siendo habitual en la formación ciudadana, no explican de qué manera se pueden sufragar los gastos. Disponer de un espacio propio en FITUR puede rondar los 30.000 euros, una cantidad que las arcas municipales no pueden permitirse y, mucho menos, después de haber recibido en los últimos tiempos dos sentencias que ya son firmes sin posibilidad de recurso y que ascienden a más de 30 millones de euros, un muy alto porcentaje del presupuesto del Ayuntamiento, algo que después de firmar un acuerdo de estabilidad deberían conocer. Ponen como ejemplo a localidades como Alcalá pero no explican que el stand de esta localidad madrileña está sufragado casi en su totalidad por el tejido empresarial. Es evidente que, a pesar de que hoy en día la oferta turística se puede expresar en múltiples foros, disponer de un stand en la Feria de Turismo sería más positivo que negativo pero hay que cuestionarse si esa cantidad de dinero no debe destinarse a delegaciones que podrían hacer un uso más prioritario, como la de Bienestar Social o la de Educación, por poner dos ejemplos. También habría que cuestionarse si el núcleo empresarial de Aranjuez puede o quiere promocionar el turismo apuntalando económicamente la iniciativa pero eso, hoy por hoy y según anda el comercio ribereño, no parece muy viable. Sin embargo habría que entender la Feria Internacional de Turismo como un espacio para el diálogo y la negociación entre los diferentes agentes, como si fuese el palco del Santiago Bernabéu, y aprovechar esos días para formalizar contactos que puedan dar lugar a futuros proyectos. Y a estos menesteres es a lo que deben dedicarse los responsables de la delegación. Y para los visitantes que no concozcan el Real Sitio, poner herramientas a su disposición, algo que ya se ha iniciado hace unas semanas con la firma de un convenio para consegir que Aranjuez sea Destino Turístico Inteligente.