Hasta el pasado jueves los pacientes se agolpaban en los pasillos, sala de curas y en la sala de espera de Traumatología

Pacientes encamados en los pasillos, sala de Curas y sala de espera de Traumatología. Esa ha sido la estampa que durante dos semanas se ha vivido en el Servicio de Urgencias del Hospital del Tajo. La presión asistencial ha desbordado a las Urgencias del centro hospitalario que se ha visto obligado a abrir la T-4; una planta que, a pesar de contar con 30 camas, ha puesto en funcionamiento diez.

Según han denunciado algunos pacientes, la situación vivida hasta el pasado jueves en el centro hospitalario ribereño ha sido esperpéntica. Los pacientes se acumulaban por los pasillos y, en algunos casos, eran trasladados a salas, como la de curas o traumatología, para evitar que la imagen  del servicio fuera tan caótica. En concreto, en la sala de Traumatología, utilizada como sala de espera, se habilitó una cama y dos camillas; en la Sala de Curas,  dos camillas; y en la sala de observación de Urgencias, otras tantas camillas.

Finalmente la dirección del centro optó por abrir ayer jueves  diez camas ubicadas en la T4; una planta que dispuso de la dotación económica necesaria para ser abierta, desde hace 15 días, tras la polémica actuación de las autoridades sanitarias ante los casos de ébola.  Además, se ha reforzado el personal de enfermería en las urgencias.