FYSOL
Publicado: Vie, Ene 19th, 2018

Los hilos de la vida

Comparte
Tags

[ Laura Barreiro Marañón ] En casa siempre ha habido hilos, agujas, ganchillos…Desde pequeña he visto como se tejía, como en todas las casas, pero siempre me ha parecido algo especial. En las casas había alfombras y pensaba orgullosa que las había hecho mi familia con sus manos. Era una actividad compartida: ovillar, cortar la lana con el palito, usar el gancho cada uno con su método. Esa costumbre también pasó a mis abuelos paternos que encontraban en esa actividad relajación y esparcimiento. Son un cálido recuerdo que atesoran cariño y muchas horas de trabajo e implicación. Me encantaba. El ganchillo era aburrido, tedioso para el ritmo rápido de la vida. Pero empecé a ver imágenes, a compartirlo con mi madre y finalmente pedí que me enseñase. Trajo los hilos y fuimos haciendo cadeneta, punto enano, patas…Aprendiendo técnica, cogiendo ritmo con los dedos. Mi madre siempre al lado haciendo otras cosas animando, respondiendo las preguntas pacientemente con cariño, haciendo fácil lo difícil, acompañando, confiando. Ella desde el principio sabía que sería capaz, cosa que yo no pensaba. Con los fallos diciendo: “Deshazlo”, sin hacer caso a mi cara de incredulidad y enfado pero insistente y animosa porque sabía que era necesario: “Nadie te preguntará cuanto tiempo tardaste en hacerlo”. Y yo, con fe ciega, cogiendo impulso y empeñada en estar a la altura. Comprendí que así ha sido la educación que nos han dado. Enseñando, acompañando, con responsabilidad, corrigiendo con la dosis perfecta de cariño, sabiendo el momento preciso de poner distancia, que realmente era confianza, para sacar la valentía de empezar a alzar el vuelo al mismo tiempo que soltaban, conscientes de que con esa libertad entregada perdía momentos que para ellos son valiosos, pero son tan generosos  que siempre lo hacen con una sonrisa y con amor puro. Tan humildes, tan grandes, tan preciosos. Pienso en los momentos parecidos que pudo vivir con mi abuela, a la que siempre he agradecido que su energía haya permanecido en nosotros. Cuando hago ganchillo, me siento cerca de mi madre, también de mi abuela, es algo mágico y real. Compartimos momentos y parte de la esencia se transmite, el tiempo traspasa barreras y milagrosamente siento que está cerca. Estoy orgullosa de mis raíces, lo que soy se lo debo a mi familia y me esfuerzo por estar a la altura. Unidos para siempre por hilos brillantes que forjan nuestra alma con tesón, creando una red de seguridad que perdura con el tiempo. Se hace cada vez más grande y potente gracias a los cimientos de amor con los que fueron creados.

FYSOL

Sobre el Autor

Deja un comentario

XHTML: Puedes usar estos tags HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>