Aunque al lector le parezca mentira, en Aranjuez sí que hay impuestos que bajan. Lo hacen hasta los niveles del año 2000. Desde entonces se han vivido años de bonanza económica, a los que han seguido otra tanda de años (2014 es uno más) de dura crisis económica y social que está afectando de forma severa a las familias. Pero también a las arcas del Ayuntamiento de Aranjuez, que ante una merma tan considerable en los ingresos, ha tenido que elaborar un duro Plan de Ajuste que revisa al alza las tasas que pagan los ribereños por determinados servicios.

Sin embargo, durante el último pleno, el equipo de gobierno del PP aprobó una reducción de un 27% en las tasas que pagan los feriantes por instalarse en Aranjuez durante las fiestas de mayo y septiembre, consolidando así una decisión que ya se aprobó durante el año pasado, una vez que los feriantes amenazaron con no instalar sus puestos y atracciones por lo elevado del canon a pagar en el Tranzón de las Doce Calles. Entonces se aplicó una rebaja del 50%, que ya contravenía al Plan de Ajuste y que, meses después, evidenció la falta de rigor con que se había elaborado el Presupuesto Municipal.

El cambio en el PGOU en el ámbito de Olivas Vergel, publicado recientemente en el BOCM, provoca también cambios en la calificación urbanística del Tranzón de las Doce Calles (el ferial), que pasa de ser un bien patrimonial a tener carácter demanial, por lo que se impone la necesidad de establecer tasas por el aprovechamiento del espacio público que sustituyen al canon de 2013 y que, necesariamente, deberían estar por encima de las aprobadas en pleno por el equipo de gobierno.

¿En qué se basa el PP para poder implantar unas tasas similares a las de hace 14 años? Primero, aplicando la subida del IPC de 2012 y 2013 con respecto a las tasas que se pagaban en 2012, y no durante el año pasado, y después aplicando una reducción del 27% del valor catastral aprobado por Hacienda. La resulta de todo esto: que los feriantes mantendrán la rebaja del 50% que ya se les aplicó el año pasado y que consiguieron con un plante ante el Gobierno municipal.

¿Casualidad que la operación calque las cifras del año pasado? No, no parece casualidad y no parece justo que mientras los hosteleros siguen pagando sus tasas por la instalación de sus terrazas o los vecinos hacen lo propio por servicios que presta el ayuntamiento, los feriantes tengan un descuento tan destacado con la aquiescencia del equipo de Gobierno, que por otro lado no deja de quejarse del mal estado de las arcas municipales mientras incumple, de forma flagrante, su propio Plan de Saneamiento.