Monuments men: un toque de cordura en medio de la guerra
Lo que en un principio podría parecer una mera gamberrada, dado el elenco de actores que la protagonizan —John Goodman y Bill Murray, por ejemplo, no son precisamente especialistas del género bélico—, se convierte en una metáfora de la civilización frente a la barbarie y el caos. Un heterogéneo grupo de expertos en arte es enviado a Europa en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial con la difícil misión de encontrar y recuperar las obras robadas por los nazis.
George Clooney dirige y protagoniza la película, muy bien secundado por actores de la talla de Goodman, Murray, Cate Blanchett, Bob Balaban, Jean Dujardin, Hugh Bonneville y Dimitri Leonidas. Bueno, y por Matt Damon. Lo hace con desenvoltura y considerable sentido del humor, aunque —o gracias a ello— también logra secuencias de una fuerte emotividad. En general, las peripecias que jalonan la aventura de los Monuments Men no dejan de ser las propias de un grupo de inexpertos mal entrenados que no han usado armas en su vida, pero que cuentan con el ingenio y la inteligencia para intentar sobrevivir y llevar a cabo la tarea encomendada. Su empeño pone de manifiesto el absurdo de la guerra, cuando se sopesan en la balanza las vidas humanas que puede costar el defender una obra de arte única, dilema con el que se enfrentan en varias ocasiones. El suspense aumenta cuando un grupo rival soviético intenta ganarles la partida para hacerse con las obras de arte, en una carrera contrarreloj que conduce al tenso desenlace.
La sensación que deja Monuments Men no es la de una obra maestra, pero sí la de una película dirigida con buen oficio y mejores intenciones, con un fuerte y saludable regusto clásico. Las anécdotas son significativas de un mensaje antibelicista aunque paradójicamente también intervencionista. Curiosa dicotomía a la que se enfrentan también sus protagonistas, convencidos de la importancia de su misión, pero a los que la realidad pone bruscamente delante de las narices el horror de la guerra y sus consecuencias.