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AYTO
Publicado: Vie, Nov 22nd, 2013

Sida: una desgraciada historia

El 1 de diciembre se conmemorará, un año más, el Día Mundial del Sida, iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), nacida con el propósito de concienciar sobre esta enfermedad provocada por un retrovirus, el VIH. Esta enfermedad está acompañada por una desgraciada historia: sorprendió y se la negó; después se generalizó el miedo y la confusión; y en una tercera etapa provocó discriminación, estigmatización, de los infectados y posible afectados. La política de los “grupos de riesgo” puso bajo sospecha a todas las personas con determinadas costumbres, estimuló el rechazo y, al mismo tiempo, propagó el mensaje de que las “personas normales” no tenían motivos para preocuparse: se las invitaba a no tomar precauciones.

Millones de personas han fallecido víctimas del Sida. En Occidente se detectaron los primeros casos a comienzos de la década de los 80 y sólo se lograron tratamientos eficaces en España en 1995, cuando el Ministerio de Sanidad decidió que estos enfermos fueran declarados crónicos, una exigencia de las ONG anti-Sida. ¿Desgraciada historia? Sonaron todas las alarmas cuando se detectaron cinco casos en EE.UU. y después se supo que esta pandemia estaba asolando a diversos países africanos. Durante años nadie se enteró. La comunidad internacional sólo se suele enterar de catástrofes como éstas cuando el público las ve por televisión. Se tuvo la oportunidad de evitar que esta epidemia se propagara. Y no se hizo.

Aún hoy, en España, personas con prácticas de riesgo dudan en hacerse la prueba de anticuerpos para conocer si están afectados porque todavía el clima social es de rechazo. Cualquier enfermedad promueve la solidaridad, pero en el caso del Sida ésta sigue siendo escasa. Pocos enfermos pueden decirlo públicamente: saben las consecuencias que puede acarrearles. Treinta años después, se duda sobre las medidas de prevención: la utilización del condón en la penetración vaginal y anal, evitar ingerir semen y flujo vaginal, no compartir jeringuillas en ningún caso, una madre infectada no debería dar el pecho al bebé. Dichas precauciones son suficientes y, si se tienen en cuenta, se puede evitar cualquier riesgo.

Este virus se transmite sólo a través de la sangre, el semen, el flujo vaginal, la leche materna, y siempre y cuando uno de estos líquidos penetre en el torrente sanguineo. No se transmite por la saliva ni por picadura de insectos ni por compartir cubiertos, vasos o toallas. Tampoco en las actividades cotidianas en la escuela, el trabajo o en la práctica deportiva. No hay riesgo en los besos, en los abrazos, en darse la mano. Nada justifica el aislamiento de los infectados.

Estos enfermos hoy sufren la política de los “recortes”: en diversos hospitales no se utilizan los tratamientos más eficaces (son más caros que los anteriores), no se hace el seguimiento médico adecuado y ahora se quiere eliminar el Hospital Carlos III, especializado en enfermedades infecciosas y pionero en la investigación sobre el VIH cuando lo dirigía el Dr. Rafael Nájera Morrondo. Conviene también señalar que sólo el 34% de estos enfermos, en el mundo, reciben tratamiento. A los demás se les condena a muerte.

En Aranjuez, desde que gobierna el PP, en el Día Mundial del Sida no se coloca en el Ayuntamiento el solidario lazo rojo como ya era costumbre. Ignoran, parece, que en Aranjuez también hay Sida, aunque no trascienda. Creen, se supone, que no conviene que trascienda o puede que hablar de condones incomode.

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Sobre el Autor

- Sindicalista, periodista, escritor y activista social. Vive en Aranjuez desde 2001. Es autor de varios libros y ensayos. Como periodista ha desarrollado su labor en Buenos Aires, Madrid, Barcelona, San Sebastián y Aranjuez. Participa activamente en la asociación de inmigrantes Hombro con Hombro.

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