Pues eso, ¿para qué?

La cama (y la casa) de alguien que quizá no sepa que Diógenes de Sinope, que moraba en una tinaja, buscaba a hombres honestos alumbrando las calles con un candil. Aquí, ni candil siquiera. El hombre que dignamente se acuesta junto a la desconchada pared -techo tampoco- ejemplifica como nadie el lema de la pared. Aranjuez, día del Santo Angel de la Guarda.
