Héctor Anabitarte
Rusia versus Ucrania: el grande se come al pequeño, suele suceder y lo hace con la ayuda de los Estados Unidos, su tradicional enemigo. Paradojas de la Historia.
Los Estados Unidos de Trump deciden, parece, dejar de ejercer como gendarme mundial. En realidad hace años que ya no es lo que era. Pasó en Corea, en Vietnam, en Afganistán, todas guerras perdidas. Y ahora está sucediendo en Ucrania.
Durante la Segunda Guerra Mundial la Alemania nazi y la Unión Soviética se repartieron Polonia. Ahora el acuerdo será entre Rusia y los Estados Unidos y la víctima será Ucrania que, tras tres años de guerra, tendrá que ceder.
La Unión Europea no está en condiciones de reemplazar en la zona la ayuda norteamericana. El encuentro en París convocado por el presidente francés demostró entre otras cosas la falta de unidad europea, no transcendieron propuestas concretas y en cuanto a la propuesta británica de enviar tropas internacionales a Ucrania para mediar o para combatir, la sociedad europea no está por la labor. Volverá a suceder como ocurrió en Vietnam que jóvenes norteamericanos se refugiaban en Canadá.
Si Europa interviene ¿dónde buscarían refugio franceses, alemanes, españoles? Putin, militarmente, fracasó: en tres años sólo pudo conquistar el 20 % del territorio invadido y necesitó soldados de Corea del norte y mercenarios.
La alianza entre Trump y Putin no deja de sorprender, los dos son decididamente anti-Unión Europea, para Trump su problema fundamental es China y por otra parte Putin necesita llevarse amistosamente con China. ¿Qué va a hacer Estados Unidos si Rusia invade otro país europeo, sea o no miembro de la OTAN?
Y a todo esto las llamadas tierras raras están en la agenda. Kiev puede negociar con ellas, para la economía de Estados Unidos son de gran valor estratégico y para Rusia, y para China… Gaza, por el momento pierde importancia, lo que está en juego es la hegemonía mundial.
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