Héctor Anabitarte

Dana habrá otras, así es el cambio climático y la respuesta en esta ocasión no fue inmediata. Se avisó pero las autoridades valencianas dudaron, se perdieron muchas horas, cuatro días, se podían haber evitado muchas muertes, no se pidió ayuda, lo que resulta que  la Generalidad tenía la competencia para ello.

No se entendió la dimensión de la catástrofe, se temió compartir protagonismo con el Gobierno Central que sí tenía los medios para intervenir con eficacia, la maquinaria pesada, el Ejército, la Guardia Civil, la Policía Nacional, etc…

La movilización de la población ha sido extraordinaria, la solidaridad extraordinaria, desgraciadamente no faltaron los bulos ni el saqueo de negocios y viviendas.

Estas Danas son mucho más destructivas que las gotas frías, la estrategia de respuesta debe ser otra. Contaminar es un delito en estas circunstancias. O se detiene el cambio climático o la supervivencia de los humanos está en riesgo. Y todavía no faltan los que niegan este proceso.