Inspectores propios, la Guardia Civil y las policías locales intervendrán en el operativo

La Comunidad de Madrid inspeccionará en este curso académico más de 1.000 vehículos de transporte escolar con el objetivo de reforzar la seguridad de los más de 20.000 estudiantes que los utilizan para sus desplazamientos entre el domicilio y el centro educativo.

En total, Madrid cuenta con 3.000 autobuses habilitados que realizan 639 rutas en 230 centros educativos y durante el pasado año se realizaron un total de 50 controles que afectaron a 629 autobuses.

Los controles forman parte del Plan de Inspección del Transporte por Carretera para el año 2024 del Ministerio de Transportes que realizarán los inspectores de la Comunidad, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las policías locales y que este año presenta dos novedades.

La primera es la puesta en marcha de la campaña «Llévame al Cole en Bus», en colaboración con Fenadismer Bus, Aetram, Confebus Madrid y la Dirección General de Tráfico con el fin de promocionar este transporte por las ventajas de puntualidad, autonomía, socialización, responsabilidad y orden que aporta a los niños y jóvenes, además de generar menos contaminación al reducir el uso de coches particulares.

La otra novedad es el protocolo sobre tramitación de autorizaciones y transporte regular de uso especial en el entorno urbano para municipios.

Los vehículos que prestan servicio escolar deben tener una autorización específica de la Dirección General de Transportes y Movilidad de la Comunidad de Madrid al inicio de cada curso, en el que quedan establecidas los itinerarios y las paradas y una habilitación técnica para realizar este servicio.

Asimismo, la Comunidad se encarga de que los itinerarios no duren, en circunstancias normales, más de una hora y de que a bordo haya al menos un acompañante encargado del cuidado de los niños.