El IMIDRA investiga 20 variedades de vid autóctonas
El Encín guarda la tercera colección mundial de variedades de cepas
El Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) investiga 20 variedades de vid autóctonas con el fin de mejorar la calidad de los vinos de la provincia e impulsar su producción y comercialización.
Los análisis de las uvas y sus propiedades de transformación se realizan en la finca El Encín de Alcalá de Henares, en la que además se encuentra la segunda mayor colección de variedades de vid de Europa y la tercera del mundo creada en 1950 para reunificar las que por entonces estaban repartidas por España.
Desde entonces se ha formando con muestras de numerosas zonas vitícolas nacionales e internacionales, hasta llegar a las 3.900 con las que cuenta en la actualidad, algunas de ellas de gran valor como la denominada Teta de Vaca, que data del siglo II.
La superficie total de viñedo es de aproximadamente 8.850 hectáreas, en las cuales hay 12.729 parcelas y 2.961 viticultores, según datos de 2.024.
La colección se conserva bajo cultivo ecológico y para garantizar su patrimonio genético y la posibilidad de realizar diferentes ensayos, los investigadores del IMIDRA han recogido tres copias de la colección, reuniendo información sobre su evolución, calidad y viabilidad.
Actualmente están recogiendo datos de estas cepas, entre ellas las de las variedades tempranillo, malvar, airén o la tortozona tinta para el estudio de su evolución, gramaje y la resistencia ante enfermedades.
Todos estos conocimientos son posteriormente transmitidos a los agricultores, enólogos y productores para mantener los ecosistemas donde crecen estos cultivos y aumentar así la calidad de las cosechas.
La finca El Encín además posee un museo ampelográfico (variedades de la vid) con 200 muestras divididas en cuatro bloques: el dedicado a las cepas empleadas en la Denominación de Origen Vinos de Madrid, con uvas como airén, alarije, albillo o garnacha tinta; otro a portainjertos resistentes a enfermedades como la filoxera o con cepas ya desaparecidas; un tercer espacio para hibridaciones y un cuarto para sarmientos internacionales, fundamentalmente franceses.
El trabajo del IMIDRA engloba también la elaboración de tintos, blancos y mostos en una bodega experimental, así como a la formación de alumnos de las escuelas de hostelería o de los programas de Erasmus Agrario, que acceden a su amplia enseñanza teórica y práctica.