España y Europa dependen de la inmigración
Héctor Anabitarte
España y Europa dependen de la inmigración. Desarrollo económico y tecnológico, crisis demográfica, longevidad, cambio climático… ese es el escenario actual que tiene que asumirse con sentido común.
En España, la construcción, el campo, los servicios domésticos, la restauración, los bares, las miles de terrazas… dependen de la mano de obra extranjera.
Hace treinta años llegó la primera patera a Canarias y en España ya se robaba, se asesinaba, se violaba, y se exportaba aún mano de obra nacional.
Hace unos días el Ministerio del Interior publicó un informe que desgraciadamente tuvo poca repercusión en los medios. El informe especifica que el Ministerio no encuentra impacto «negativo o significativo» de los extranjeros en España sobre la tasa de criminalidad.
Los delitos los cometieron, en un 77 % por españoles; el 7,7 % por ciudadanos de diversos países de la Unión Europea y el 6,6 % por iberoamericanos y africanos.
Hay que tener en cuenta que en el país viven unos ocho millones de extranjeros, sin contar a las personas que se han nacionalizado. A diferencia de otros países europeos el inmigrante en España no tiene tendencia a formar guettos, más bien residen donde la vivienda es más accesible.
En España nadie se anima a decir que los inmigrantes matan perros y gatos y se los comen. En España no hay un conflicto importante con la inmigración, pero sí «mucho ruido» promocionado por los que políticamente utilizan el tema con fines electorales, gente que, muchas veces, paradójicamente, utiliza a los inmigrantes en servicios domésticos o para que cuide al padre o a la madre mayores o que se encargue de los niños y niñas. Habrá una generación de niñas y niños que utilizarán palabras en castellano que sólo se dicen en Colombia, Perú, Ecuador…
El inmigrante está posibilitando que se pueda seguir pagando las pensiones. Conviene que los empleadores los tengan regularizados y la población en general los tenga en cuenta. No sólo cuidan a los viejos de hoy, también garantizan las pensiones de los de mañana.