VUELTA AL COLE: Adolescentes con discapacidad condenados sin Bachillerato
De los 260.000 alumnos en España con necesidades educativas especiales asociadas a una discapacidad o trastornos graves de ellos, menos del 1% puede matricularse en FP superior o Bachillerato
VIDEOS: Dos ejemplos de superación: Gema Canales y Laura Caño
- Gema Quintana
- Fuente: axicom.com
Uno de cada 500 niños que nacen en España tiene parálisis cerebral, según los datos de aspace.org. Estos niños, en la mayor parte de las ocasiones, no tienen afectadas sus capacidades cognitivas, solo las motoras. Sin embargo, por su condición se ven relegados de la sociedad y privados de su infancia / adolescencia y de una educación como los demás, cuando simplemente gracias a la ayuda de la tecnología con un comunicador podrían estar escolarizados con normalidad.
Hoy en día el acceso a la educación primaria y secundaria es posible, con dificultad, pero se puede. Sin embargo, cuando estos niños llegan a bachillerato se encuentran con un gran problema: no pueden seguir cursando sus estudios. A pesar de tener la capacidad, motivación, predisposición y derecho, no pueden seguir estudiando porque la escuela no está adaptada. Al no ser formación obligatoria, no se adaptan los materiales, ni el profesorado ni las aulas, lo que les imposibilita también tener acceso a formación superior de grado o universitaria.
El derecho a la educación acaba con el Bachillerato
Según la Estadística de las enseñanzas no universitarias (Alumnado con Necesidad Específica de Apoyo Educativo) del Ministerio de Educación, el pasado curso 2022-23 hubo un total de 262.732 estudiantes con necesidades educativas especiales asociadas a una discapacidad o trastornos graves, representando un 3,3 % del total del alumnado.
Este 3,3 % representa solo la media de la presencia de los alumnos con necesidades educativas especiales en todas las etapas educativas no universitarias, pero el varía mucho de una etapa u otra. Así, si atendemos a los alumnos matriculados en FP de grado superior o en Bachillerato con necesidades educativas especiales, solo representa el 0,8 %.
En la actualidad en España, una escuela inclusiva es posible, en parte gracias a la tecnología de dispositivos de seguimiento ocular en comunicadores que ya están 100% subvencionados por la sanidad pública. Estos ofrecen una comunicación asistida a través de la cual se controla un dispositivo como un ordenador o una tablet con la mirada para comunicarse y poder ejecutar muchas acciones de la vida cotidiana. Gracias a la tecnología se pueden eliminar esas barreras circunstanciales que, hasta ahora, suponían una diferencia.
«En el caso de la escuela primaria, ya existen diferentes casos de éxito de niños y niñas que han estudiado utilizando estos dispositivos y que han estado escolarizados en centros estándar, estudiando y haciendo sus exámenes como cualquier otro. Y es que, en la mayoría de los casos, estos niños sólo tienen afectadas sus capacidades motoras, no intelectuales, y en ocasiones están condenados a estar en centros especiales sin ninguna necesidad. Algo tremendamente duro y frustrante para ellos, además del gasto público innecesario» revela Eduardo Jáuregui, cofundador y CEO de IRISBOND, compañía española pionera en tecnologías de eyetracking y referente en Comunicación Aumentativa Alternativa (CAA) que lleva años abogando por la cero discriminación infantil y su vulneración del derecho fundamental a la comunicación.
Casos de éxito cuando deberían ser la normalidad
Gema Canales (Toledo), una joven de 16 años con parálisis cerebral y sin capacidad de lenguaje oral, ha marcado un hito en la educación española al ser la primera estudiante con esta discapacidad que supera la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) junto al resto de sus compañeros, gracias a la ayuda de tecnologías de apoyo. Su historia ha inspirado la creación de la ‘Fundación Gema Canales’, cuyo fin es mejorar la calidad de vida de las personas con parálisis cerebral y sus familias, a través de apoyo emocional, servicios de atención temprana y terapias que ayudan a estas personas a alcanzar su máximo potencial.
También está el caso de Laura Caño (Jaén), nacida en 2009 con Parálisis Cerebral Infantil. Con un 85 % de discapacidad reconocida, presenta un coeficiente intelectual de 128. Acaba de pasar 3º de la ESO con éxito y sin problemas. Si todo sigue como hasta ahora, el próximo curso será la primera andaluza con parálisis cerebral que se gradúe en la ESO. Su formación, hasta ahora, ha sido posible gracias a la inestimable ayuda de su madre Gema. Tiene un alto índice de uso de la tecnología de CAA, alta competencia operacional así como de comunicación.
«Yo sólo soy una chica de 15 años que hace las cosas de manera diferente, que tarda un poco en hablar, que puede hacer las mismas cosas que hacéis vosotros y que se siente sola», afirma Laura Caño.
Los casos de Gema o Laura no sólo son un triunfo personal, sino un ejemplo inspirador para el sistema educativo y la sociedad en su conjunto, ya que su éxito pone de manifiesto la importancia de la tecnología en la educación inclusiva para abrir nuevas posibilidades para otras personas con discapacidad. Estos testimonios son sólo un par entre los cientos que hay y, por ello, es importante promover la educación y concienciación sobre la realidad de este problema social.
«Para que exista una educación verdaderamente inclusiva, es necesario que los niños y adolescentes con discapacidad vayan a clase con otros niños y adolescentes que no la tengan. De esta forma se percibe -y se vive- como algo normal, algo que llevarán consigo durante el resto de su vida y permitirá que se conviertan en ciudadanos de pleno derecho, no en cargas para el sistema, independientes y autónomos laboral y socialmente», destacan desde IRISBOND.