Las derechas no pasan por un buen momento
Héctor Anabitarte

Las derechas no pasan por un buen momento. En el Reino Unido, después de gobernar durante catorce años, los conservadores han sufrido un resultado electoral catastrófico. El nuevo gobierno laborista dejó sin efecto el proyecto conservador de enviar inmigrantes a un país africano que ahora ha resuelto no devolver el dinero adelantado.
En Francia la extrema derecha, contra todo pronóstico, en la segunda vuelta perdió medio millón de votos y de las tres candidaturas fue la menos votada.
Giorgia Meloni, la primera ministra italiana, a pesar de camuflar su extremismo, se quedó aislada.
En cuanto a Vox, rompe con el Partido Popular y se vincula en Europa con Viktor Orban, el líder húngaro antieuropeo que hace unos días viajó a Moscú para entrevistarse con el presidente Putin y también con el presidente chino. Vox ha «girado» a la derecha quizá preocupado por la presencia de Se Acabó la Fiesta. Pensaba el PP llegar con Vox a la Moncloa…
Sería una imprudencia escribir que en Europa la derecha está en crisis. Sigue gozando de buena salud y se aferra sin piedad a los problemas que preocupan a la población, no con las intención de abordarlos para encontrar alguna solución. Su objeto es afirmar que el sistema está obsoleto, la política está obsoleta y se ofrecen como salvadores. La inmigración la resuelven enviando la flota de guerra. Esta es una de las propuestas absurdas que olvidarán en unos días. A todo esto las derechas esperan muy interesadas las elecciones norteamericanas de noviembre: si gana Trump se sentirán respaldadas y Putin, también.
