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Publicado: Jue, Oct 31st, 2013

Los ilusos: un experimento fallido

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El segundo largometraje como director de Jonás Trueba sigue los pasos de León, un joven cineasta que reúne material para su próximo trabajo en la cotidianidad, entre los amigos, en la búsqueda del amor, en los libros, en los paseos por las calles y los cines de Madrid. Rodada en película de 16 mm., en un blanco y negro sucio, y montada evidenciando marcas y cortes, en ocasiones incluso manteniendo la claqueta en plano o mostrando la grabación de las tomas de sonido, pretende mostrar con transparencia un canto casi nostálgico al cine y a la vida.

Sin embargo, y en parte por mostrar los artificios del rodaje y del montaje, lo que consigue es precisamente lo contrario. Cuando el cineasta busca el verismo, debe tratar de esconder las huellas de su trabajo, no exhibirlas. Cuando uno pretende ser sincero, no recurre a efectismos estilísticos: cuenta la verdad y ya está. La transparencia artística suele estar reñida con el exhibicionismo.
Pero Jonás Trueba parece más preocupado por mostrar su cultura y sus referentes cinematográficos -la nouvelle vague francesa y mucho de Woody Allen, especialmente- que en realizar un trabajo coherente. Falta reflexión sobre cómo hacer lo que se quiere mostrar y sobra autocomplacencia. Confunde lo significativo con lo superficial y así se suceden minutos entre naderías y redundancias que lastran, pesan, se alargan innecesariamente, hasta que, por fin, nos plantan delante una supuesta metáfora de no se sabe muy bien qué, metida con calzador.

Lástima que las buenas intenciones no siempre lleguen a buen puerto, pero Los ilusos demuestra que el deseo de purismo no implica necesariamente profundidad ética ni estética. Muchos considerarán el precario proceso de producción como un valor añadido, o al menos como una excusa para casi cualquier cosa; pero el hecho es que, cuando no se tiene nada que contar o se yerra en la manera de hacerlo, el experimento falla, y de eso hablamos: de un experimento insulso y fallido, un intento de reflexión metacinematográfica con estética retro-modernista y pretenciosas ínfulas intelectualoides.

FYSOL

Sobre el Autor

- Licenciado en Ciencias de la Imagen por la Universidad Complutense de Madrid. Realizador, guionista, editor y actor ocasional de cortometrajes. Colaborador en diversos medios sobre asuntos cinematográficos. Organizador de vídeo y cine foros. Miembro del colectivo Viernes Tontos.

Mostrando 1 Comentario
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  1. Pasaba por aquí dice:

    De acuerdo con la mayoría de tus apreciaciones. Sólo decir que a veces un experimento fallido es mucho más paladeable que una académica guerra de zombis (siempre que no haya heridos, claro). Aunque bien es cierto que las piruetas con red restan emoción al ejercicio.

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