Nuestro país sigue la senda de los más avanzados en Europa

• Emma Martín
• Fuente: elcomparadordeluz.es

Europa se destaca en la transición hacia un futuro energético más verde, con varios países que han logrado abastecer completamente su demanda eléctrica con fuentes de energía renovables. Esta transición, que alinea con los compromisos del Acuerdo de París, también responde a la necesidad de independencia energética actual. Naciones como Islandia, Albania y Noruega están aprovechando sus recursos naturales eficientemente, mostrando que es posible mantener una economía robusta con políticas públicas adecuadas sin comprometer el medio ambiente. En España, aunque no se ha alcanzado aún el 100% renovable, los avances son significativos, apoyados por mejoras tecnológicas y una reducción en el precio de la luz.

La energía eólica juega un papel fundamental en la transformación energética europea, con una instalación récord de 116 gigavatios en 2023. Alemania, los Países Bajos y España están ampliando su capacidad eólica, aprovechando tanto los parques terrestres como los marinos. Esta expansión responde a políticas nacionales y a compromisos como los de la COP28, donde se exige un aumento en la producción de energías limpias. La industria eólica no solo promueve la generación de energía limpia, sino que también impulsa la innovación y el empleo.

Países europeos con suministro completo de energías renovables

En el panorama europeo, la eficiencia energética ha permitido a países como Islandia y Albania alcanzar un suministro energético 100% renovable. Islandia utiliza principalmente geotermia e hidroelectricidad, mientras que Albania se beneficia de sus recursos hídricos. Por su parte, Noruega se acerca a este ideal con un 98,38% de su energía derivada de fuentes renovables. Alemania y Portugal, aunque no constantemente, han logrado funcionar completamente con renovables durante ciertos periodos, demostrando la viabilidad de esta transición.

España, en el camino hacia el 100 % renovable

España está trabajando para incrementar su cuota de energías renovables, con un enfoque especial en las placas solares y la energía eólica. El país ha adoptado políticas ambiciosas que fomentan una transición hacia energías más limpias. Un ejemplo notable es el proyecto de generación de energía con agua en las montañas de Galicia, dónde se está desarrollando un innovador proyecto de megabalsas de agua para la generación de energía, combinando hidroelectricidad con tecnología avanzada. Aunque aún en prueba, este método podría jugar un papel crucial en la gestión de la variabilidad de otras fuentes como la solar y la eólica.

Con un diseño que minimiza el impacto ambiental, el proyecto favorece a una factura de la luz más baja y ayuda a preservar la biodiversidad local. A pesar de ciertas controversias, este proyecto refleja la apuesta de España por liderar en la transición energética global con soluciones creativas y eficientes.

Este acercamiento de los países europeos no solo aborda la urgencia climática, sino que también establece un modelo sostenible que podría replicarse mundialmente, prometiendo un futuro más limpio y sostenible.