El socavón de La Montaña será rellenado ante el riesgo de que derribe el edificio
Las obras se adjudican de urgencia por 322.313 euros
La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Aranjuez ha aprobado, en una sesión extraordinaria, la declaración de emergencia para el relleno del socavón del barrio de La Montaña adjudicando las obras a la empresa Rodio Kronsa, SA por un importe de 322.313,75 euros, IVA incluido. Se prevé que los trabajos se finalicen en 20 días.
La propia empresa adjudicataria, en su valoración técnico-económica, explica que «el riesgo de evolución de la dimensión del socavón por desmoronamiento de las paredes es muy alto. El avance de la erosión puede provocar descalce de alguna zapata de la cimentación del edificio, y un descalce de zapata podría provocar el consiguiente hundimiento de pilar y fractura de la estructura del edificio».
El relleno, según la empresa, proporcionará una «parada de la erosión por inestabilidad», además de «evitar el derrumbe por inestabilidad de las paredes del socavón y de limitar el riesgo de descalce de las zapatas y un colapso frágil, repentino, de la estructura del edificio».
La medida de cubrir el hueco se ha tomado, además, acorde a los informes elaborados por los técnicos contratados por la empresa propietaria del edificio desalojado (viviendas de los números 2 y 4 de la calle Cáceres), avalado por la Fundación Agustín de Betancourt, contratada por el Ayuntamiento de Aranjuez.
Estos estudios previos han constado de ensayos geofísicos y la toma de medidas topográficas para monitorizar semanalmente el comportamiento del edificio, analizando el movimiento de puntos fijos del mismo. Asimismo se han realizado un vuelo 3D de dron, una campaña de sondeos geotécnicos y ensayos mineralógicos, así como la interpretación de una serie de prospecciones geofísicas.
El equipo de la Universidad Politécnica de Madrid ha señalado que la mejor solución es rellenar el enorme hueco (16-18 metros de profundidad y con un diámetro de 13) con un mortero de cemento o con un hormigón pobre.
Según informa una nota del Ayuntamiento, «es una medida que mejora la seguridad y que no ha de tener efectos negativos sobre la estabilidad ni sobre la campaña de estudio de esta problemática, aún en desarrollo. Una vez realizado el relleno, continuaría la campaña de sondeos».
Movimiento en el edificio
El pasado 2 de enero la empresa de peritaciones que monitoriza los movimientos de la fachada del edificio aseguró que el mayor movimiento alcanzaba 1 milímetro, a la espera de disponer de los resultados de los ensayos geofísicos.
No obstante, el día 11 los representantes de las 24 viviendas desalojadas el pasado mes de noviembre informaron de que la última medición topográfica era de 8 mm en tres puntos próximos al socavón, indicando un aceleramiento del proceso en los últimos días.
Por todo ello, los Servicios Técnicos de Urbanismo del Ayuntamiento justifican la declaración de emergencia «para una actuación inmediata para tratar de garantizar la estabilidad del edificio y la seguridad de las personas que habrán de trabajar en su entorno, así como reducir el peligro de colapso».