¡Este es el momento…!
Grego de la Fuente

Influidos por el ambiente y el entorno de estos días: collage de slogan en nuestras plazas, sucesión ininterrumpida de buenos deseos para nuestras avenidas, tenderetes monográficos en cualquier esquina de nuestro Real sitio concluyo: literalmente sus señorías, se han lanzado a la calle. Este es el momento, que dice la canción.
Confieso no disponer de mucho tiempo para la lectura y meditación de sus programas, convencida y confiada eso sí, que estarán repletos de parabienes, darán respuesta a nuestras necesidades y propondrán llamativos proyectos.
Sin aparente distinción de ideologías, todos aspiran a lo mismo: se preocupan y ocupan de nuestro bienestar. El membrete de sus misivas en nuestros buzones, lo constata.
Quizá la premura, el interés, prioridad, capacidad de dialogo o en el estilo empleado para resolverlo, estribe la diferencia.

Necesidades que llevan años, en lista de espera, al menos en papel, encuentren respuesta. Cuestiones que vienen tiempo ha, afectando a esta ciudad: dotaciones deportivas olvidadas como la piscina cubierta del polideportivo Agustín Marañón,rehabilitación de Fogones, palacio de Infantes en su totalidad, Palacio de Osuna, Homenaje de la calle Infantas a Joaquín Rodrigo, posibilidad de recuperar espacios de esta ciudad como sus plazas o sus paseos arbolados, custodiadas por diferentes administraciones, velar por un servicio sanitario de calidad que además se tenía como las urgencias en nuestros ambulatorios y decidido apoyo y colaboración con las numerosas asociaciones que trabajan desinteresadamente por esta ciudad…
Cuestiones que siguen ahí pendientes generación tras generación y las que surgirán nuevas.
A los que se postulan como futuros gobernantes de este Real Sitio y la determinante voz de la ciudadanía, situará en uno u otro lugar, estén donde estén, me atrevo a dirigirles si se me permite, una sencilla conclusión: lo que se echa de menos es su omnipresencia en nuestras calles, sus sesiones maratonianas, pero más alla de la coyuntura electoral.
Una sola cosa quizá se requiere y les pedimos: cercanía y empatía con sus conciudadanos.
Suerte para el que sea capaz de entenderlo y llevarlo a cabo.
¡Atentos!
