La ratita
José Vaquero

Una ratita que se coló, vaya usted a saber cómo y por dónde, en el aseo público junto al mercado de Abastos inaugurado en mayo de 2019. Pensando en su subsistencia y en la de su prolija prole determinó instalarse en ese pequeño contendor habilitado como servicio o aseo público recién inaugurado prometiéndose un futuro feliz. Además el nuevo aseo público era gratuito y “autolimpiable”, lo que la alejaba de los sucios y mal olientes contenedores y alcantarillas en las que solía buscar su menú diario.
Los primeros días algunos curiosos y curiosas conseguían y usar el WC público para relajar esfínteres y “salir del paso” en esos apretones que nos entran a todos de allá para cuando. Apretones mayores y menores, se entiende que impiden realizar las compras o un paseo con cierta normalidad. Qué confundida estaba, la pobre ratita.
La cosa iba a menos y el invento duró un “pispás”. Apenas unos días. Pero ella no perdió la esperanza y la paciencia. La luz exterior permanecía en verde y “vendrán a abrir algún día”, se dijo.

Con ese afán de que la puerta se abriera permaneció a la espera pacientemente al principio y un poco nerviosa a medida que pasaban los días.
-Mientras esperas, apúntate a algún cursillo de ganchillo – le dijo un pariente que de vez en cuando la visitaba.
Y así lo hizo, se apuntó para aprender el arte de hacer ganchillo y aprovechar el tiempo.
-Oye, – le dijo a su pariente- tú que andas zascandileando, entrando y saliendo a la calle, ¿cómo lo ves?
– Mujer, la luz está verde advirtiendo que el servicio está “en servicio”. Lo que me extraña es que han puesto un candado.
Estamos a 6 de febrero de 2023 y el candado sigue echado. Y la luz verde, también sigue encendida. Imagino a la ratita, ya crecidita, con un ajuar de ganchillo para toda su familia y, sobre todo, perseverante en que la buena fe del delegado de turno o de algún operario se percate del asunto o….encuentre las llaves del candado.
Desde hace meses, los servicios públicos del interior del Mercado de Abastos permanecen cerrados. Ahora, los externos, también.
