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Publicado: Dom, Ene 29th, 2023

Real Cortijo de San Isidro. Sobre Méritos y Deméritos.

Alfonso Segovia

Desde la E.L.M. Real Cortijo de San Isidro nos llegó, a finales del año 2022, una noticia positiva, al anunciarse la apertura de una Sala de Usos Múltiples, utilizando la zona del edificio conocida hasta hace 5 años como CARLA (Cooperativa Agraria Ribereña de Lácteos) y, también, como el Antiguo Lagar.

En el uso de sus funciones, la Alcaldesa de la Junta Vecinal propuso identificar la Sala con un nombre distinto: María Amalia de Sajonia, y lo sometió a consideración en el Pleno Municipal celebrado el 26 de Octubre de 2022, exponiendo las razones para esa designación y solicitando la correspondiente aprobación, que se obtuvo por mayoría absoluta de los Vocales y sin comentarios discrepantes por parte de otros asistentes, entre los cuales me encontraba.

Ignoro el origen de la propuesta y si la Alcaldía solicitó algún tipo de asesoramiento, respecto a la idoneidad del nombre elegido. Por ejemplo, consultarlo con la Cronista Oficial designada por el Ayuntamiento de Aranjuez, y con dedicación especial al Real Cortijo. Pero, según se deduce de los comentarios “a posteriori” de la Cronista, no se produjo tal consulta y, por tanto, en el cumplimiento de los deberes de su cargo (¿?), ha realizado y divulgado un informe negativo sobre los méritos y deméritos de la citada María Amalia de Sajonia, añadiendo unos cuantos nombres que, a su juicio, son más adecuados para nombrar dicha Sala de Usos Múltiples.

Por cierto, como aclaración histórica respecto al nombre que propone la Cronista para la Sala (Real Lagar de Carlos III), conviene saber que ese espacio, como el resto del edificio del que forma parte, nunca fue un Lagar para prensar uva, sino la Bodega donde se criaba el vino, en grandes cubas de madera, como parte del conjunto formado por Lagar, Almazara, Bodega y Cueva subterránea. Los dos primeros (el Lagar y la Almazara) fueron demolidos por el Instituto Nacional de Colonización durante la construcción del pueblo, a mitad del siglo XX, conservando la Bodega y la Cueva subterránea con la que se conectaba, donde se guardaba antiguamente el vino y el aceite en tinajas de cerámica.

El que ahora se use, a nivel popular y coloquialmente, el nombre de Lagar para esa edificación, puede ser aceptable (yo mismo lo he utilizado así), pero conviene que todos (incluida la Cronista Oficial) nos acostumbremos a llamar a las cosas por su nombre, en vez de proponer que se consoliden los errores.

Este asunto no tendría relevancia alguna, si no fuera por el mal precedente que supone el que una Cronista Oficial se extralimite en sus funciones (por ignorancia o mala fe), confundiendo la obligación de informar y divulgar sobre un Acto o suceso, con la competencia y autoridad para enjuiciar las decisiones tomadas en un Pleno de una Entidad Local Menor. Y suponiendo que la Cronista pertenezca (voluntariamente) a alguna de las Asociaciones que cita, no estaría de más que consultara esos Estatutos y se ajustara a los mismos o pidiera el adecuado asesoramiento, antes de entrar en territorios que no le corresponden, amparándose en el paraguas del deber.

Cualquier vecino o ciudadano puede exponer juicios críticos respecto a este tipo de asuntos. Cualquiera, menos un Cronista Oficial, que, desde su cargo, debería aprobar la designación o guardar un respetuoso silencio, por una mínima lealtad hacia la Institución a la que sirve.

Por ejemplo, y para que se entienda correctamente: El nombramiento de una persona como Cronista Oficial de un municipio es competencia del Ayuntamiento, que toma la decisión en función de los méritos que reúne el designado y considera válidos para realizar sus funciones. Es fácil de imaginar la desagradable situación que provocaría el que los Cronistas Oficiales, ya existentes, juzgaran públicamente los méritos o deméritos del recién nombrado para el cargo.

María Amalia de Sajonia no puede defender personalmente sus posibles méritos, para que la citada Sala lleve su nombre, pero estoy seguro de que ningún Cronista de la época (pongamos Álvarez de Quindós) hubiese juzgado inadecuada la designación de la Reina consorte del Rey Carlos III, puesto que, además, tenía una reconocida talla intelectual en muchos ámbitos, y no solo acompañó al Rey en el aspecto sentimental y familiar, concibiendo trece hijos, sino que fomentó personalmente el inicio de las excavaciones arqueológicas de Pompeya y Herculano, apoyó la creación de la Fábrica de porcelana de Capodimonte en Nápoles y, posteriormente, la de El Retiro de Madrid, además de participar en la creación del magnífico Palacio de Caserta y divulgar en España el tradicional Belén napolitano, tan valorado después en nuestra cultura.

Buscarle deméritos a su designación es una forma más de los mezquinos hábitos, sociales y políticos, imperantes en la incultura de nuestros tiempos, que buscan más el ataque personal ante cualquier iniciativa, que el apoyo a las decisiones beneficiosas para el colectivo social.

En ese sentido, parece ser que la Cronista hubiera preferido que se mantuviese cerrada esta Sala unos cuantos años más, en vez de intentar darle un uso público – aunque sea limitado en algunas ocasiones – hasta poder acometer las mejoras convenientes, pero no imprescindibles. De hecho, la opción elegida por el anterior alcalde fue dejarlo cerrado, desde finales de 2017 hasta el final de su mandato, en Mayo de 2019, argumentando que no se debía abrir sin que estuviese totalmente restaurado (aunque sabía que no disponía de los fondos para esa labor).

Es loable que la Cronista defienda a su Alcalde preferido, pero no estaría de más que lo hiciese con más rigor técnico, ya que, para obtener la Licencia de Actividad de la Sala, no se precisaba entonces, ni ahora, realizar esa hipotética 3ª Fase de grandes obras que cita, y que nadie sabía cómo, quién y cuándo podría realizar, pagando su alto coste. Indudablemente, nunca hubiera sido la E.L.M. Real Cortijo de San Isidro, que, tras finalizar los trabajos la Dirección General del Patrimonio de la CAM, tan solo pudo sufragar la instalación de electricidad y de alumbrado.

En realidad, para obtener esa “dificilísima” (casi imposible) Licencia de Actividad de la Sala, la actual Junta Vecinal ha invertido la “desorbitante” cifra de 1800 Euros, necesaria para disponer los elementos solicitados por los Servicios Técnicos del Ayuntamiento de Aranjuez. También es cierto que, a la cuantía económica, debe añadirse lo que le faltó al anterior alcalde: voluntad y capacidad para hacer una gestión adecuada, que resolviera problemas en vez de acrecentarlos (intentando justificar su inoperancia), y provocando el desuso de la Sala durante 5 años.

Parece claro que, si estuviera en sus manos, el anterior alcalde y la cronista oficial se habrían afanado en conseguir la denegación de la Licencia de Actividad, para la Sala María Amalia de Sajonia, incluso poniendo en tela de juicio informes y decisiones de los Técnicos Municipales. Afortunadamente, la Sala de Usos Múltiples está en funcionamiento, y en menos de un mes se han realizado tres actividades distintas. Pero, no estaría de más que la autoridad competente haga saber a la Cronista Oficial dónde están los límites de sus funciones, de manera que las labores de nuestros Cronistas sigan siendo, como siempre, un Mérito sin Demérito alguno.

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