[ José Vaquero. MÁS ] [ Fotos: Emma Vaquero ] Al particular atractivo de Aranjuez que celebra este año el vigésimo aniversario de su declaración de Paisaje de Paisaje Cultural de la Humanidad, su monumentalidad, sus jardines, que figuran como los más grandes de Europa, los sotos y huertas, se une en esta época del año el espectáculo que ofrece el otoño. El paisaje ofrece infinitas posibilidades para los amantes de la fotografía o para quienes quieren disfrutar de inyectarse un chute de sosiego, terapia y pasión espiritual. La ciudad, sus jardines y su entorno se visten de alfombras de hojas que la naturaleza convierte en una paleta de ocres que han reflejado en sus cuadros numerosos pintores como Santiago Rusiñol o escritores, poetas, periodistas, historiadores y viajeros que han pasado por aquí como recoge el escritor, Ricardo Lorenzo, en su colección “Aranjuez de la A a la Z, pasaron por aquí”. Liquidambar, tilos, chopos, olmos, álamos, plátanos, castaños, nogales, prunos, ginkgos, sauces, fresnos, abedules, pacanos, acacias, moreras o los hermosos “árboles del amor”, ofrecen rincones únicos que conjugan extraordinarios contrasta en los contraluces del orto en justo al amanecer y de las horas crepusculares en la efímera puesta de sol. Aranjuez es un espectáculo que los ribereños conocemos desde pequeños. Nuestra misión en estos días es invitar a todo el mundo a que no se lo pierdan. Huerta, turismo y gastronomía Al espectáculo de la naturaleza se une otro de no menos calibre e importancia como es la oferta gastronómica del sector de la restauración de Aranjuez. En este sentido la delegación de turismo del ayuntamiento de Aranjuez junto con AHERO ( Asociación de Empresarios de Hostelería, Hotelería de Aranjuez) han lanzado conjuntamente la campaña “Otoño en Aranjuez, ¡Ven a vivirlo! “ que, financiada por el consistorio ribereño, se prolongará durante todo el mes de septiembre con el fin de convertir Aranjuez en el destino favorito de los madrileños. La huerta de la vega ribereña ha conquistado la pasión de todos por sus excelencias en cada época del año. Los árboles de hoja caduca del otoño dan paso ahora a los caquis, madroños y comienzan a cuajarse coliflores, repollos, bruselas y lombardas que no faltan en fogones y cocinas de los restaurantes locales. Época de setas, platos de caza, cocidos, verduras de invierno, castañas, calabazas, membrillos y hasta fresas y fresones que aún pueden encontrarse en ésta época del año (pocos, pero “haberlos haylos”). Es otoño, el espectáculo está servido. Visita Aranjuez: merece la pena.