Más Madrid Aranjuez

2020 cierra como otro nuevo año completamente perdido para el empleo y la actividad económica en Aranjuez. Las cifras de afiliación a la Seguridad Social señalan que a 31 de diciembre de 2020 nuestra ciudad mantenía 14.205 empleos, frente a los casi 14.700 con los que comenzaba el año pasado. Dos afiliados menos cada tres días en un fenómeno que podría deberse a la pandemia, pero que en realidad es casi exclusivo de Aranjuez.

Casi todos los municipios de nuestro entorno ganaron empleo en 2020, lo que significa que el problema es nuestro, es ya antiguo y tiene que ver con el inexistente proyecto económico de nuestros gobernantes locales, especialmente acusado en la actual Corporación. Uno de cada tres ribereños con empleo sale a diario a trabajar fuera; Más Madrid-Somos Aranjuez exige que los planes de reactivación pasen por aquí de inmediato.

Porque mientras Aranjuez pierde 500 afiliados, en Seseña hay cien empleos más, noventa más entre Ocaña y Noblejas, 40 afiliados más en Ontígola, y en Esquivias la afiliación aumenta casi un 20% en un año con 250 nuevos empleos. Incluso municipios más pequeños como Colmenar de Oreja o Villarejo de Salvanés también ganan afiliados. Ni qué decir tienen otras poblaciones de nuestro nivel como Rivas. O Pinto, que genera un 40% más de empleos que Aranjuez con una población un 10% inferior.

En todos ellos un denominador común: la apuesta por la actividad productiva, por la industria y la producción agroalimentaria. Así las cosas, al menos 6.000 vecinas y vecinos de Aranjuez se ven obligados a salir fuera a diario, a otras poblaciones, polígonos y centros de trabajo.

Aún contando con esta ‘emigración cotidiana’, la tasa de empleo de Aranjuez es la más baja de todas las grandes ciudades de la Comunidad de Madrid. Un total de 19.991 ribereños tienen trabajo, aquí o en otras poblaciones, un 50% de la población de Aranjuez en edad de trabajar. Ciempozuelos está en el 54%, Colmenar de Oreja en el 55% como Valdemoro, y Pinto en el 58%, como San Martín de la Vega. Inalcanzables municipios como Getafe, Arganda o Rivas, el 60% de cuya población en edad de trabajar tiene en efecto un empleo.

Las cifras no mienten, y Más Madrid-Somos Aranjuez exige que se ponga en marcha un plan de reactivación económica de verdad, ambicioso y eficaz, que desbloquee los proyectos urbanísticos de índole productiva que nuestra ciudad necesita.

No ha sido una buena semana de noticias en este sentido. Red de Transportes de Aranjuez publicaba que la Administradora de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) admite «mantener en suspenso» la adjudicación de la construcción y explotación de la futura terminal de mercancías de Aranjuez, «a consecuencia de la pandemia y su repercusión en el sector de automoción».

A finales de 2018 Adif concluía un sondeo de mercado sobre el desarrollo logístico de las parcelas aledañas a la estación de ferrocarril. Se trataba de conocer el tipo de actividad que se podría desarrollar en dicha parcela y estimar las distintas inversiones que podría suponer. En total se recibieron tres propuestas, vinculadas con la logística de la automoción, y que implicaban una transformación urbanística total de todo el entorno. Dos años después, todo parado.

Y tampoco se sabe nada del estado de tramitación del plan urbanístico de Puente Largo, a la espera en teoría de informes medioambientales desde la Comunidad de Madrid, y que debería dar respuesta a la demanda de terreno industrial que Aranjuez sí tiene, aunque parezca que no, además de servir de impulso para el ordenamiento de todo el acceso norte de Aranjuez y la protección de los espacios ambientales de toda la zona. Tampoco hay noticias de esto. Nada. Todo «en suspenso». Como la capacidad económica de cada vez más familias de Aranjuez, la ciudad de Madrid con la tercera mayor tasa de paro, la menor tasa de empleo y la más grande sensación de declive prolongado e ininterrumpido. Para Más Madrid-Somos Aranjuez, es hora de ponerse seriamente con el desarrollo económico de nuestra ciudad, como han hecho y están haciendo nuestros vecinos.