[ Héctor Anabitarte ] La sanidad pública madrileña, estrangulada. Cuando el Partido Popular intentó «externalizarla» – ese fue el subterfugio utilizado para no confesar que se trataba de una privatización encubierta-, las mareas blancas, plataformas, sindicatos, sanitarios, partidos, lograron evitarlo, pero fue una victoria pírrica. El deterioro de la sanidad pública había empezado hacía 24 años. La Sanidad es tan necesaria como lucrativa para quienes la consideran sólo un negocio más. «Es el mercado» como dijera Rato.  «El resultado de las elecciones autonómicas en Madrid es para Fresenius,  propietaria de Quirónsalud, ‘mucho más relevante’ para sus intereses que el de las generales» (el diario.es). La empresa prevé aumentar este año sus negocio entre un 3% y un 6%. El año pasado superó los 3.000 millones de facturación, un 16% más. Hay cirugías, especialmente las ambulatorias que cuestan hasta seis veces más… Se documentó desviaciones hasta el 743% en beneficio de Quirónsalud. La Cámara de Cuentas omitió hacer públicos estos datos, ya que la mayoría de sus consejeros son del Partido Popular. El deterioro planificado y creciente de la sanidad pública ha estimulado que haya un millón más de asegurados desde 2013. Aprovechando el argumento de la crisis la Comunidad prescindió de miles de sanitarios y de otros trabajadores vinculados a la sanidad. El objetivo era recortar 7.260 millones de euros. Son tan rigurosos en los recortes que externalizaron hasta el lavado de la ropa. Desde hace un año CC.OO. denuncia que la ropa vuelve al hospital del Tajo sucia, manchada, con el riesgo de provocar infecciones y con un aspecto desagradable por no escribir repugnante. Rubén Sánchez, de la asociación de consumidores FACUA, declaró que «la saturación, las listas de espera y los recortes en prestaciones empujan a darse de alta en aseguradoras» y como dice Sánchez Bayle de FADSP «si hay un problema gordo, van a la pública». Y la Privada sale caro, también se paga con los impuestos. Este año, pagaremos a la Privada más de 700 millones de euros. Se paga tres veces: de los impuestos, una parte de los medicamentos y las empresas privadas. La sanidad pública, a pesar de tanto sabotaje, sigue siendo muy valorada, muy eficiente, pero en estas condiciones, ¿por cuanto tiempo más? Ya tenemos «médicos temporeros»: trabajan en un hospital, se toman un avión, trabajan en Irlanda cuatro días, y vuelven. Los sanitarios emigran, hay plazas que no se cubren porque se ofrecen contratos muy precarios… Se les paga mejor en Portugal. Y ya que estamos, en educación se está haciendo algo parecido desde hace 24 años. Aranjuez: los que hoy gobiernan el Ayuntamiento, «las cuatro derechas» que coincidieron, no defenderán a la sanidad pública.