[ Héctor Anabitarte ] Mujeres: una más, dos más, tres más… En lo que va del año ya son 23 las asesinadas por el machismo; en el 2018 fueron 47, todo indica que no serán menos en el 2019. 997 desde que empezaron a contarse en 2003. ¿Si esto no es terrorismo? El feminismo se ha movilizado y no «baja la guardia», sabiendo que la lucha será larga y manchada de sangre. El machismo además asesina niñas y niños, hiriendo a las mujeres en lo más querido. El feminismo salió a la calle pero el machismo también se ha movilizado. La extrema derecha ha resurgido atacando los derechos de las mujeres, de los inmigrantes, de las minorías sexuales… y al estado de las autonomías. A diferencia de los fascismos del siglo pasado, este de ahora «es liberal», como el que practica Esperanza Aguirre. En este resurgir -disfrazado- del fascismo España no es ajena. Vox, cuyos dirigentes anidaban en el Partido Popular (Esperanza Aguirre promocionó a Abascal y alabó sus «cualidades») consideraron que era el momento oportuno para independizarse, actuando de visagra, y arrastrando a otros partidos a sus posiciones. Mientras que en Europa partidos conservadores se niegan a sentarse con los compañeros de Vox, en España es diferente. Un Vox que ya no está dispuesto a solo apoyar a la derecha, también quiere ingresar en las instituciones. Sus votos valen tanto como el de otros; es cierto. Está en juego no solo decidir quiénes gobernarán en ayuntamientos y comunidades. Está en juego el mismo sistema democrático y la Constitución del 78. Los que le abran la puerta a Vox serán responsables de esta involución anti-democrática. La vida de muchas mujeres está en peligro, y en este posible escenario, mucho más. A la crisis económica hay que sumar la crisis de valores. La igualdad, la solidaridad, la convivencia, se están negando con argumentos que no se sostienen pero escarban en lo más hondo de la especie, en lo peor de la especie, en la dominación de las mujeres, en el débil, en el distinto. Es una vieja costumbre que nace en la caverna y, claro, es demasiado tiempo robando las mujeres y el ganado de la aldea vecina…