Este domingo se celebran las décimocuartas elecciones generales desde la democracia en nuestro país, un evento crucial para el futuro de España en los próximos, a priori, cuatro años de legislatura. Votar es un derecho, una opción libre que puede -y debe- ejercer cada ciudadano que tenga la mayoría de edad. Es evidente que no vamos a pedir el voto para ningún partido, usted es libre y autosuficiente para optar por la opción que mejor le convenga; y a pesar de que hay quien sostiene que votar cada cuatro años no es democracia real, se hace necesario que los españoles, todos, decidan el futuro de su país como mejor les convenga. Por eso es necesario interesarse por los programas electorales de cada partido y elegir el que mejor considere para la proyección del Estado. En sus manos está la decisión de entender que una u otra opción son las que mejor les representa. Pero vote, es su derecho y también su responsabilidad. No es mucho, pero tampoco es poco, elegir quienes nos van a gobernar en la próxima legislatura. Es cierto que la política o, mejor dicho, algunos políticos, han devaluado el sistema en España, por casos de corrupción, por promesas incumplidas… pero también es cierto que hay políticos honrados, en todos los partidos, que pretenden trabajar por la ciudadanía. Es importante votar, porque no hacerlo significaría el fracaso de la democracia. Si no ejercemos nuestro derecho al voto, a decidir entre una propuesta, un candidato, una opción política, no estaremos respetando nuestro presente y nuestro futuro. Es fundamental acudir a las urnas, aunque no le convenza ninguna opción política y prefiera anular el voto o depositarlo en blanco, pero participe, que bastantes años estuvieron nuestros mayores sin poder hacerlo de manera libre. El voto es pieza clave en todo sistema democrático, y aunque la democracia es mucho más que ejercer este derecho, con él podemos elegir a los representantes que va a legislar, que van a dirimir el futuro económico o las políticas sociales de este país. Votar no significa pertenecer a ningún partido político, ni tener una ideología marcada sistemáticamente. Votar es decidir lo imprescindible que es participar de la elección de quienes van a gestionar nuestros recursos. Porque, además, votando mostraremos la intención de que exista el consenso, el diálogo, los acuerdos entre diferentes fuerzas políticas. Y, además, votando podremos mostrar a las generaciones venideras que no se puede mirar para otro lado, que es necesario participar de esta decisión, que es imprescindible ejercer nuestro derecho al voto para elegir el destino que nos espera. Los diferentes gobiernos democráticos han ido construyendo, con más o menos acierto, la historia de este país y aunque la avalancha de siglas que han ido apareciendo en los últimos años puede hacer que dude entre acudir o quedarse en casa, vote. Porque votar significará que nadie pueda reprocharle nada, que nadie pueda decirle aquello de “si no fuiste a votar, ahora no te quejes”…