Ayuntamiento del Real Cortijo: “ni Antes… ni Ahora” [ I ]
[ ALFONSO SEGOVIA ] Para evitar posibles interpretaciones erróneas, acerca del objetivo que pretenden las reflexiones siguientes, pondré por delante dos escuetas aclaraciones: Primera: En Junio de 2015 fui designado, por el actual Alcalde, como Vocal de la Junta Vecinal del Real Cortijo de San Isidro. Y en Mayo de 2018 presenté mi renuncia, por discrepancias con el Alcalde en cuanto a sus decisiones e indecisiones políticas. Segunda: No tengo intención de presentarme en las próximas elecciones (Mayo 2019), como candidato a la Alcaldía de la Entidad Local Menor Real Cortijo de San Isidro. La actual Alcaldía inició su andadura a través de una agrupación electoral denominada Real Cortijo. Antes y Ahora, de carácter local e independiente de los partidos políticos de ámbito nacional o municipal, que quería integrar la experiencia de gestión en épocas anteriores, con nuevos enfoques que dieran respuesta a las necesidades y formas de vida de las familias residentes ahora en nuestra localidad. Algo necesario para el Cortijo y en lo que no se había avanzado por falta de reflexión sobre los cambios sociales aparecidos y escaso hábito en la búsqueda de participación de la población en los asuntos comunes. Ante la próxima consulta a los habitantes del Real Cortijo, sobre quien debe gestionar sus servicios públicos en los próximos años, interesa hacer balance del período vigente, analizando las razones de sus resultados finales. En ese sentido, conviene decir que la candidatura del actual alcalde, apoyada por la citada agrupación electoral, sometió a la consideración de los habitantes del Real Cortijo ocho Propuestas de Gestión. Y estos, con una participación del 78 %, (bastante superior a la media nacional), le otorgaron la mayoría absoluta en la Junta Vecinal. En principio, la máxima aspiración de un político, aunque no sea, a veces, la más aconsejable. Sobre todo, si el político no cumple con sus propuestas, las sustituye por otras (sin consulta ni justificación) o se inhibe de la gestión encomendada, dejándola sin dirección ni contenido, como es el caso del Real Cortijo. Cuatro de sus propuestas electorales ofrecían informar a los vecinos sobre los servicios públicos y la situación administrativa del Real Cortijo, así como realizar encuestas, para tener datos de las necesidades vecinales. En definitiva: superar la falta de transparencia y de participación. Cuatro años después, nada se ha hecho. Así que, Ni Antes ni Ahora. Otras dos propuestas pretendían incorporar personal administrativo al Ayuntamiento y establecer un Convenio con Aranjuez, definiendo competencias y medios económicos para afrontarlas. Cuatro años después, nada se ha hecho. Así que, Ni Antes ni Ahora. En cuanto a la gestión de los recursos propios (económicos y patrimoniales) se hicieron otras dos propuestas, con objeto de rentabilizar, socialmente y económicamente, nuestro patrimonio común, además de hacer unas previsiones económicas adecuadas, a medio y a largo plazo. Cuatro años después, nada se ha hecho. Así que, Ni Antes ni Ahora. En realidad, la hipotética aportación de experiencia del actual Alcalde fue disolviéndose en la inacción, como un azucarillo, a la vez que se entorpecían, desde diversos frentes y por distintos motivos (a veces poco claros), las nuevas alternativas y propuestas que se ofrecieron en el programa electoral, impidiendo que se abordaran unas y se culminaran otras ya iniciadas. Cuatro años después, nada se ha hecho. Así que, Ni Antes ni Ahora. Estas reflexiones no pretenden, únicamente, discrepar sobre las indecisiones de la actual Alcaldía, sino manifestar que la propia Institución, la más cercana al vecindario, tiene un déficit crónico de representación. Sin actuar sobre esa realidad histórica, la Alcaldía solo será un juguete para algunos, un florero para otros y un estorbo inútil para todos. El Ayuntamiento de una Entidad Local Menor como el Real Cortijo, no es un edificio con despachos y una Sala de Plenos, sino una referencia para sus habitantes. Requiere unas competencias claras y medios para afrontarlas, que si no se materializan dejan sin contenido sus funciones y crean confusión en los vecinos, que no saben a quién, cómo y cuándo deben dirigirse para resolver problemas cotidianos o para obtener información. La Comunidad Autónoma de Madrid y el Ayuntamiento de Aranjuez tienen mucho que decir y hacer sobre este asunto, pero, si el Ayuntamiento del Real Cortijo no sirve para representar y liderar a sus habitantes, haciéndoles partícipes del problema y la solución, ni tiene capacidad para ejercer de intermediario con otras Instituciones implicadas en la gestión de su territorio, es que no tiene sentido su existencia. Ni Antes, ni Ahora.