Hay estudios, realizados por expertos en la materia, que revelan que el turismo es fundamental en el desarrollo económico de las ciudades, porque genera riqueza. Desde el año 2012, el turismo asume cerca del 10% de los puestos de trabajo de nueva creación en todo el mundo, bien de manera directa o bien de manera indirecta. Además, genera ingresos económicos inmediatos ya que los turistas, desde el alojamiento, comienzan a gastar su dinero en diversos aspectos, como el transporte público, las compras en tiendas, los supermercados, el ocio y, por supuesto, en la hostelería. El turismo, en la actualidad, es tan relevante en el crecimiento económico y demográfico de una ciudad como en sus propias infraestructuras. En Aranjuez, durante muchos años, la población se acostumbró a vivir de la industria, mayoritariamente, y empresas como Mafe, la Azucarera, Fruehauf, Unilever, Robert Bosch o Indra, entre otras, sujetaban la economía de un municipio que nunca le prestó demasiada atención al turismo… porque no hacía falta. Sin embargo, esta cultura de la industria ha ido desapareciendo sin que la ciudad, ni sus ciudadanos, ni sus gobernantes, hayan sabido explotar un género que este Real Sitio trae de serie: el interés cultural que suscita y una maravillosa historia que ha legado monumentos y parajes inigualables. Tan paradójica es la falta de cultura en este ámbito, en una ciudad que debería aprender a vivir de ello, que se critica hasta la inversión económica para tratar de que la misma repercuta en la ciudad. El Gobierno municipal anunció hace unas fechas que invertiría dinero para que el Globo aerostático Mongolfier pudiese promocionar Aranjuez en las principales ferias y en los eventos más relevantes de toda la geografía española. El mismo globo estuvo presente en Fitur la pasada semana. La considerada como segunda mejor feria turística del mundo tiene que ser un espacio para promocionar el Real Sitio; y para la promoción es necesaria la inversión. El ‘abandono’ que ha sufrido esta ciudad en el aspecto turístico durante décadas invita a reinventarse y a intentar repuntar con el impulso de la propaganda. Esta ciudad tiene una buena base de presencia turistica con miles de personas que nos visitan durante el año. El reclamo del Palacio Real o los Jardines es algo que no necesita promoción, pero Aranjuez tiene mucho más que ofrecer y para ello es necesario darlo a conocer. Y es ahí donde todos los agentes sociales han de poner de su parte. El Ejecutivo debe poner mucho más énfasis en este sector para conseguir una dinámica que huya de lo que hasta ahora ha sido convencional. ¿Quiere esto decir que hay que dejar de lado la apuesta por la industria? ni muchísimo menos, pero estamos convencidos de que si se potencia el tursimo y se le hace crecer hasta el lugar que le corresponde, que no es otro que el de Patrimonio Mundial de la Humanidad, la industria tendrá más posibilidades de crecer y habrá mucho más interés por desembarcar en la ciudad por parte de los supuestos inversores. Pero al mismo tiempo que alabamos la inversión, ‘exigimos’ que no todo quede en una feria de fin de semana; este municipio necesita de un trabajo concreto alrededor del crecimiento y en eso es donde se debe empeñar gran parte de los esfuerzos.