Esta semana se han celebrado las Jornadas sobre el Plan de Gestión del Paisaje Cultural de Aranjuez, organizadas por el propio Ayuntamiento, la Fundación Aranjuez Paisaje Cultural y el Foro Cívico. La cita era obligada, porque la UNESCO exige que se elabore un documento que cuente cómo se va a gestionar este título que, de manera excepcional, tiene el Real Sitio concedido. Desde la ciudad ribereña, con buen criterio, se decidió que en la redacción de este Plan de Gestión participasen todos los agentes sociales que tienen responsabilidad: el Estado, la Comunidad de Madrid, Patrimonio Nacional, la Confederación Hidrográfica del Tajo, el propio Ayuntamiento y hasta los ciudadanos, parte indispensable en el mantenimiento de este título. A primera vista y desde una perspectiva más despreocupada puede parecer que este título es algo trivial; apenas un nombre que planea sobre la ciudad y que, en realidad, sirve para poco. Sin embargo, lejos de acercarse a este supuesto, el nombramiento como Paisaje Cultural es algo tan relevante y que adquiere tanta importancia que el futuro de la ciudad puede depender, en gran parte, de convencer a la propia UNESCO de que somos capaces de seguir manteniéndolo. Porque significa vender ciudad, vender imagen e invitar al crecimiento del turismo desde una ciudad moderna y de futuro, una ciudad que permita un desarrollo económico alternativo al crecimiento de una industria que, por lo que parece, no invita al optimismo. La celebración de estas jornadas para elaborar un documento en el que todos aporten es indispensable, como indispensable es, también, que cada parte cumpla con los compromisos que adquiera sin ningún tipo de excusas. Todos tienen que hacer un esfuerzo que, según revela el presente de cada institución, no están realizando. El Ayuntamiento debe mantener la imagen de la ciudad y, a pesar de los problemas económicos, tratar de hacer un esfuerzo por mantener viva la postal que merece e invertir en su mantenimiento. Al mismo tiempo, los ciduadanos han de otorgarse la responsabilidad de mantener un municipio limpio, acorde con su historia mientras Patrimonio Nacional apuesta por no desvalijar los Jardines trasladando estatuas a otros lugares, ni cerrando los grifos de las que quedan. Convencer de que no va a escatimar dos reales desviando la mirada cuando ha de hacer un esfuerzo por la ciudad para arreglar una valla. Porque no se puede ser hipócrita y firmar este documento en nombre de la Comunidad y mantener los Sotos Históricos bajo mínimos, como bajo mínimos tiene la Confederación Hidrográfica del Tajo su apuesta por el río, principal vertebrador de este Paisaje Cultural junto a otros elementos históricos como la Estación de Ferrocarril, a la que Adif ningunea una y otra vez sin ningún tipo de escrúpulos. La celebración de estas Jornadas siempre será positivo si se asumen responsabilidades, de lo contrario no será más que otro brindis al sol.