Entregarse al turismo
Casi 35.000 turistas han visitado el Real Sitio hasta el mes de agosto en lo que va de año. Estos datos, sin embargo, solo reflejan a quienes se han acercado hasta la Oficina de Turismo de la Plaza San Antonio o hasta el Punto de Información que hay junto al Palacio Real, lo que significa que, con toda probabilidad, han sido bastantes más visitantes que los que revelan estos datos, que confirman que Aranjuez sigue siendo una ciudad potencialmente turística en la Comunidad de Madrid, con unos recursos similares e, incluso, mayores que otras localidades con mayor tirón entre los visitantes, como pueden ser El Escorial o Alcalá de Henares.
Los datos respecto al 2015 han sido muy similares pese a que la ciudad sufrió en agosto de ese mismo año una de las mayores catástrofes ecológicas debido a la tormenta, una circunstancia que condicionó que los jardines -que es de los mayores reclamos turísticos- permaneciesen cerrados durante algún tiempo.
Los datos sobre visitantes, aunque manifiestamente mejorables, son muy aceptables aunque también hay que reconocer que la gran mayoría de estos turistas limitan su presencia en los alrededores de Palacio y en las zonas ‘Reales’, un matiz que impide que el desarrollo económico que debería sostenerse sobre este gran número de visitantes no redunde en las arcas de una ciudad muy necesitada de que la economía fluya, condición indispensable para el devenir de la vida diaria de la localidad.
Todos los agentes sociales de este Real Sitio, comenzando por la Corporación municipal y pasando por comerciantes, hoteleros y hosteleros, deben entender que el turismo es, a día de hoy, una de las tablas de salvación de la economía ribereña. La industria, lamentablemente, ha disminuido su influencia al desaparecer varias de las mayores empresas que durante años sujetaron los cimientos de Aranjuez; y aunque es obligado que todos los partidos políticos trabajen para cumplir sus promesas electorales para atraer nueva industria y generar puestos de trabajo no es menos cierto que, de manera inmediata, se necesita desarrollar un plan turístico estratégico que invite a quienes nos visiten a disfrutar de unos magníficos parajes, una gastronomía con identidad y una cultura histórica, y también vanguardista, que ponga a esta ciudad en primera línea.
Desde las altas instancias municipales han puesto en práctica varias iniciativas para atraer más visitantes, -también desde la iniciativa privada-, pero el trabajo no puede detenerse ahí porque a partir de ese momento hay que ofrecer un buen producto y mayor entretenimiento, entregarse al turista y, sobre todo, ‘venderse’ y para poder canalizar las buenas intenciones y transformarlas en realidades hace falta poner en marcha la imaginación. Se están dando pasos desde varios sectores pero es necesario apuntalar estos cimientos para construir algo verdaderamente importante alrededor del Turismo. Aranjuez lleva muchos años esperando y ha llegado el momento de apostar de verdad por ello.