Tengo varias premisas fundamentales, aunque quiero resaltar dos de ellas: Una es que lo que no se conoce es como si no existiera y otra es que es importante compartir los conocimientos.

[ Laura Barreiro Marañón ]

En el mes de Diciembre hubo una exposición de pintura en la Asociación cultural de Indra, de uno de los mejores artistas ribereños: Ramón Peche Sánchez. Moncho es un pintor de trazo fino y preciso, un paisajista realista con una obra muy prolífica, que deleita la vista, aviva la imaginación y despierta los recuerdos de toda persona que observa sus cuadros.

Creo que las obras siempre hablan de su creador, y en este caso no puede ser menos. Moncho es una persona amable, personalización de la bondad y el cariño. Su tono de voz conduce a la serenidad y a sentirte segura a su lado. Es de esas personas con las que siempre se puede contar. Maestro de arte y de la vida, gran conocedor del alma humana, como dicen sus amigos.

En sus láminas refleja fielmente y con millones de detalles parajes típicos de Aranjuez, permite que se vean esos rincones consiguiendo que sean mágicos. Como un alquimista mezcla el realismo, lo impregna con la belleza de su alma y consigue que ese efecto se multiplique, ensalzando aún más la magnificencia ribereña.
Detrás de cada pintura siempre hay una historia, momentos únicos que sus allegados conocen, pero es tal su generosidad que cada persona siente esas pinturas como si estuviesen hechas para ella, aviva sus recuerdos en la mente, consigue que se vivan mil historias, reales o imaginadas.

Sus cuadros se aprecian con todos los sentidos porque, aunque entra por la vista consigue que huelas la hierba fresca y las flores, oigas el agua del Tajo o de las fuentes, sientas los trinos de los pájaros o el crujir de las hojas secas bajo tus pies…

Moncho, un artista en los cuadros y más artista aún en la vida. Todo lo que toca lo convierte en algo especial y precioso. Conmigo haces magia. Cuando te veo llenas mi día de colores, pintas mi mejor sonrisa y haces que me vuelva a sentir niña, cuando la felicidad era total, y no puedo frenar el deseo de salir corriendo a saludarte.

Eres de esas personas que marcan y que no se olvidan. El mundo necesita más artistas y maestros del corazón como tú.