El domingo 30, a las 12 h., llega al Teatro Real Carlos III un espectáculo musical dedicado a los más pequeños que ya ha sido visto por más de 100.000 espectadores en España

ZASCANDURI ‘Venimos de Dancilandia’, espectáculo basada en la novela homónima de Luis Farnox, contiene todos los ingredientes del éxito: música original y pegadiza (de Luis Farnox), historia teatralizada, cuentos, bailes y coreografías (de Alma Sanz), así como un mensaje positivo y ecológico en un espacio colorido (Enrique Cristo) que nos recuerda una evidencia: “cuando un niño nace a la vez nace un árbol y siempre estarán unidos por el ritmo vegetal”.
Los de Zascanduri aseguran que todas las historias posibles duermen en los árboles, ya que de ellos nace el papel donde se escriben y escribirán, y que sólo los escritores que saben escuchar el lenguaje de las plantas, podrán descubrir estas historias. El espectáculo que ya ha sido visto por más de 100.000 espectadores ha sido grabado en CD y DVD. En la grabación han participado grupos de la talla de Tennessee o El Mecánico del swing.
Zas, Can y Duri, las enfermeras Zascanduri del reino vegetal, habitan en el mundo Bosqueflotante: allí se curan las plantas enfermas de Tierra firme, a través de la música. La función enseña a los pequeños la importancia de cuidar la naturaleza, a través del baile y la música y, de paso, recuerda a los mayores-acompañantes la importancia de jugar y ser participes de los descubrimientos infantiles. Zascanduri pretende concienciar divirtiendo y sus objetivos pedagógicos se plasman en el DECÁLOGO ZASCANDURI: Sensibilizar a los niños sobre la importancia del Medioambiente y el cuidado de la Naturaleza; El reciclaje como una costumbre necesaria para una habitabilidad sostenible; Fomentar el amor a los libros y la lectura; Cuidar los libros porque el papel se obtiene de la celulosa de los árboles; Reforzar el amor y cuidado de los bosques y los árboles, mostrándoselos como seres vivos y sentimentales; Participación creativa a través de la danza y el seguimiento coreográfico; Fomentar la coordinación psicomotriz a través del ritmo y el movimiento; Iniciar al niño-espectador en la Fantasía Escénica, activando y potenciando el pacto teatral entre actor y espectador, haciendo posible la magia de la narración dramática; Fomentar la música como una forma natural de comunicación; Recordar, también, a las familias y educadores que ellos son el espejo en que se miran los pequeños.