En la televisión un profesional de la salud mental explica que uno de los factores que provocan el asesinato de mujeres y de menores es el… calor. Es habitual que también se expliquen estos crímenes tan habituales atribuyéndolos al consumo de drogas legales e ilegales o a problemas relacionados con la locura y hasta no hace muchos años podía leerse titulares como estos: «La mató por amor». Estas explicaciones, de alguna manera, disculpan a los asesinos.
El machismo no es una enfermedad. Está presente en todas las culturas desde tiempos inmemoriales. Conviene escribir que no todos los machistas se convierten en asesinos, pero en una grada de un partido de fútbol cientos de simpatizantes apoyan a los gritos a un jugador condenado por maltratar a su novia. Se puede intuir que algunas de estas personas «comprende» que las jóvenes de Cuenca hayan sido cruelmente asesinadas. Este verano ha sido el más caluroso en dos siglos: el cambio climático está entre nosotros.
En los países de Europa, donde más se asesina mujeres es en Finlandia, Suecia, Alemania; muchos habitantes de estos países desarrollados, cuando pueden, vienen a España en busca de calor, de sol. Según la periodista Claudia Morán, en la Unión Europea, entre el 20 y el 25% de las mujeres ha sufrido violencia en alguna ocasión y que siete mueren cada día asesinadas por sus parejas o exparejas.
Estos crímenes no solo suceden en la India o en países denominados pobres, subdesarrollados. España dispone de una legislación en apoyo de la mujer más protectora que la existente en otros países europeos, en donde disponen de sistemas educativos con más recursos y a los que se clasifica como los mejores del mundo. Es evidente que ni las leyes y tampoco la educación son suficientes. Se trata de un problema de estado y la sociedad en su conjunto debe participar activamente para, al menos, lograr que disminuya esta tragedia. Es de desear que Educación para la Ciudadanía vuelva a las aulas en 2016.
Hablar del calor, del consumo de sustancias, de enfermedad mental colabora para que no se profundice en el problema. Se llama genocidio a lo sufrido por los armenios, genocidio al practicado por los nazis sobre los nazis o al ejercido por los Yemenes rojos en Camboya… En este caso se trata de un genocidio gota a gota. Según las Naciones Unidas en el mundo todos los años son asesinadas unas cien mil mujeres.