Hora de ser valientes
Salvo imprevistos de última hora, el tiempo va a mejorar respecto al de la pasada semana en la que dos heladas se llevaron por delante los incipientes espárragos del terreno. Ahora toca esperar para que la “madre” esparraguera dé rienda suelta a sus vástagos. Con la fresa y el fresón, es cuestión de tiempo. Y el tiempo, precisamente, fue lo que facilitó que durante el puente del Día del Padre, Aranjuez batiera récord de asistencia, con comedores y terrazas abarrotados de lugareños y visitantes durante todos los días. Según fuentes del sector hostelero y turístico “fueron días espectaculares”. Ambos sectores de la economía local contribuyen por sí solos a emplear a más de 5.000 personas, según datos de CCOO. Ante estos datos se antoja imprescindible una estrecha colaboración con los empresarios ribereños, que son, aparte de nuestros monumentos y paisajes, la cara amable del turismo. Esta ‘colaboración’ debería comenzar por dignificar su trabajo, apoyar sus iniciativas y escuchar sus problemas. Hay agentes externos, como la climatología, de difícil previsión y poco o nada podemos hacer frente a la fuerza de la naturaleza. Puede venir de cara, para explosionar en los jardines, las huertas, el paisaje y en cada terraza de la ciudad o puede venir de cruces, como el día que se le antojó destrozar gran parte del arbolado y estructuras de la ciudad, o como en la sequía que empieza a notarse ya en los pantanos de la cabecera del río, con un 16% de su capacidad por debajo de la media de hace diez años. Pero aunque el tiempo se antoje indomable, sí podemos sumarnos a la herencia paisajista y monumental, siendo valientes planificando, exigiendo y actuando unidos ciudadanos, asociaciones, empresarios y representantes políticos. Una buena iniciativa del Ayuntamiento de Aranjuez, que ha comenzado a desarrollarse recientemente, son las Jornadas Reales de Primavera pero, sin embargo, hay otras estaciones en el calendario que necesitan dotarse de programación para que el Real Sitio sea también un referente en verano, otoño e invierno, que no solo atraiga al turismo sino que, además, le invite a participar de una gran oferta. Hay diferentes cuestiones que el ciudadano de Aranjuez se plantea encontrando poca respuesta. ¿Por qué no se instalan más puntos de servicios públicos en puntos clave de la ciudad?, ¿por qué no se abre el aparcamiento de la calle del Rey, tan necesario ante las dificulatades para encontrar aparcamiento en horario comercial?, ¿qué pasa con la gestión de la plaza de toros, que fue uno de los argumentos junto a la representación del Motín, las Huertas y la Corrida Goyesca, para que las fiestas de Aranjuez fueran declaradas de Interés Turístico Internacional? Ser valientes significa asumir responsabilidades para que pueda haber cambios que se sumen al ‘espectáculo’ del Aranjuez palaciego heredado. Ser valientes significa reclamar la participación ciudadana, su inestimable ayuda y apoyo para defender los intereses que conforman parte del futuro de las nuevas generaciones que han de venir; sin ir más lejos, la contundente respuesta que ha de darse contra el desaguisado de la cabecera del Tajo, una cuestión a la que determinada clase política no sabe o no quiere poner punto y final. Decía el periodista Manuel Martín Ferrand a los directores de la por entonces incipiente Antena 3 de radio que “al enemigo, ni agua”. En un argot de competencia empresarial pudiera valer, pero en un ayuntamiento, una comunidad o un país se debería velar por el interés general. ¿Quién es el enemigo, Adif, Puente Largo, Sepes, la ciudad de Indra, Confederación Hidrográfica Tajo, Plan de Urbanismo, Comunidad de Madrid, un parking enterrado, el Ferial…?