‘Yo maté a niño Funky’ es el debut literario del abogado murciano Javier Sarabía, un libro de relatos que nos descubre a un escritor de personalísima voz. Veintitantas historias que transcurren en diferentes geografías con un denominador común: lo inesperado. Entre los protagonistas de sus cuentos destacan especialmente los personajes femeninos, tratados con una sensibilidad poco corriente y sin enarbolar ninguna bandera. Sarabia tiene muy buen oído para distinguir las voces de los ecos: “Escribir es escuchar a la gente… y al viento”.
¿Lo suyo es vocación o devoción?
La verdad es que no lo sé. Un poco de las dos, aunque “devoción” suena muy religioso, mariano. Un término con muchos años y mucho peso, con cierto olor a incienso y a órgano catedralicio. Yo lo descartaría, aunque no del todo.
Quizás vocación, porque me ha gustado desde siempre escribir, contar las cosas que suceden a mi alrededor, tomar notas de la vida y ponerlas sobre el papel. Imaginar cosas, expresar sentimientos. Quizás vocación por esa parte divina que tiene la literatura de poder crear historias, mundos, personajes…en definitiva jugar con la palabra y poder, con unas simples letras, emocionar, ilusionar o hacer pensar o soñar.
¿Cómo nació ‘Yo maté a Niño Funky’?
Yo maté a Niño Funky es el título de uno de los cuentos que incluye el libro. El cuento nació de un barrio, dentro de una ciudad cualquiera. Podría haber sido Madrid, Barcelona, Murcia o Aranjuez. Sí, Aranjuez donde junto con Ana Riutort decidimos incluir ese cuento en un conjunto de relatos que había yo escrito y que Yagruma Ediciones tuvo a bien publicar.
Nace de un sueño. Porque cuando uno escribe, en principio (por lo menos en mi caso) no lo hace pensando en la publicación, pero sí en que sus relatos o cuentos sean buenos, hacerlos bien y que, si alguien por casualidad o por cierto exhibicionismo que tenemos los escritores, lo lee, le guste y se quede con ganas de más. Que quiera coger otros relatos tuyos y leerlos y criticarlos o alabarlos.
Y resulta que ese sueño se cumplió porque los relatos que incluye el libro, gustaron a las responsables de Yagruma hasta el punto de querer plasmarlos en un libro, todo hay que decirlo, de muy cuidada edición y que, ya puestos, esperamos que gusten mucho.