En el Objetivo, de Tomás Ruíz
Coles de Bruselas. La huerta ribereña, en tiempos despensa de Madrid, con su bien ganada fama debida a la alta calidad de sus productos, supo conquistar mercados y paladares. Hoy nuestros productos continúan gozando de la misma calidad, pero su producción se limita a unas pocas hectáreas de terreno. Hay que conquistar todo lo perdido, una Escuela de Agricultores Jóvenes está siendo tan necesaria como el agua para nuestro Tajo.